La tecnología sigue siendo un recurso estratégico imperativo para las organizaciones. En una encuesta reciente de Gartner, Inc., el 61% de los encuestados señaló que la tecnología es una fuente de ventaja competitiva y también identifican varias tecnologías emergentes como áreas críticas de inversión, designando cerca de un 20% de su propuesto a robótica. En los próximos años veremos un aumento en la adopción de tecnologías de cadena de suministro digital, así como tecnologías que mejoran la toma de decisiones humanas.
El término neurociencia social fue utilizado a principios de los noventa por los psicólogos John Cacioppo y Gary Berntson, quienes identifican la necesidad de incluir técnicas de neurociencia en diferentes contextos o disciplinas. Hemos escuchado términos como: neuromarketing, neurociencias, neurotecnología, neuroeconomía, y de la misma forma: neuromanagement o neuroliderazgo.
Ponerse en el lugar de los demás, así es como definimos comúnmente la empatía. En general, la empatía es la habilidad de conectarse con otros para identificar y comprender sus pensamientos, perspectivas y emociones; y demostrar comprensión con intención, cuidado y preocupación.
Cuando hablamos de gestionar la satisfacción del empleado debemos considerar principalmente dos aspectos. Por un lado, las habilidades y competencias requeridas para ejecutar el trabajo para el cual fueron seleccionados y, por otro, es necesario hacer un compromiso con ellos para asegurar el mantener un buen clima laboral que les permita desarrollarse y crecer.
Actualmente nos encontramos ante un evento que nos ha exigido modificar la forma en la que trabajamos y tuvimos que comenzar a hacerlo de manera remota a fin de mantener a flote nuestras organizaciones. Esta situación vuelve indispensable contar con un buen liderazgo, que no sea sólo un canal para asegurar los resultados esperados por la organización, sino que cuente con habilidades blandas que le permitan gestionar equipos de alto desempeño sin tener que estar cara a cara, empoderando a los colaboradores, como una especie de guía para su desarrollo, logrando el máximo desempeño y estableciendo esa conexión directa que promueva el éxito, inspire y motive asegurando el cumplimiento de los objetivos operativos y el logro de los resultados esperados por la organización, pero al igual asegure mantener una moral sana a pesar de la serie de acontecimientos por los que se tenga que atravesar por esta nueva forma de trabajo.